viernes, 2 de noviembre de 2012

El sentido de la distancia...

No es la primera vez que me sorprendo pensando que la distancia a la que te sitúas de las cosas las hace parecer grandes o pequeñas... Inversamente a lo que sucede en la vida real, cuando emocionalmente te acercas a las cosas, se empequeñecen... al contrario, lo que está lejos se vuelve grande, enormemente grande... asi que,en esta tarde lluviosa, refugiada en el claro menos claro del bosque, me pregunto si tiene algún sentido alejarse,distanciarse emocionalmente de lo que en este momento me perturba el espíritu... quizás el hecho de concederme espacio no haga sino agrandar, aumentar de tamaño lo que ya por si ocupa suficiente...No encuentro respuestas dentro de mí, o tal vez si, pero se muestran confusas, y no consigo interpretarlas...
Supongo que antes o después todo se colocará y las  respuestas las encontrará sin esfuerzo mi corazón, antes o después, tomando distancia o quizás acercándome hasta abrazar mi propia incertidumbre, seré capaz de desgranar emociones, sentimientos y veré ante mi la señal que anhelo vislumbrar, para ser capaz de ser quien quiero ser ahora, aunque la imagen que me devuelve en este momento el espejo está bastante alejada de mi propia realidad. No somos quienes fuimos, o quienes seremos, somos sólo ahora, en este momento...

La canción  es de Rebeca Jimenez..."Sigue la señal".... aunque hoy la hago mia...

domingo, 21 de octubre de 2012

Un nuevo final...

A veces es complicado sentir...dejarse llevar por la fuerza imparable de la vida. Algo de tí se niega a despegar los pies del suelo, sin atreverse a volar...y entonces...todo daña, todo te hace temblar y te preguntas si realmente los cimientos de tu vida son todo lo fuertes que te gustaría que fueran... Es entonces cuando echas la vista atrás, a antes del bosque, a antes de todo, cuando te refugiabas en una burbuja de mágica fantasía y en las cuatro paredes bien fuertes de un faro al pie del Atlántico. Antes era antes y ahora es ahora, lo se. Pero antes era sencillo, mi espíritu y mi corazón no corrían peligro y ahora salen a la batalla cada amanecer...Batallas frente a otros corazones heridos que se mueren de amor y batallas frente a si mismos...
Si por mi fuera, ahora mismo, saldría del bosque con lo puesto y me escaparía al único lugar donde al menos por unas horas fui realmente feliz. Ya se que huir no es la solución, que no lleva a nada, pero en ocasiones como esta tarde me encantaría huir, hacia atrás o hacia adelante, pero huir.
Ojalá pudiera volver atrás y sanar las heridas de corazones rotos que se han hecho dueños de mi propio corazón, arrullarlos hasta que se quedaran dormidos entre mis brazos y secar cada una de sus lágrimas. Ayudar a olvidar el dolor, a hacer desaparecer los malos recuerdos y a que todo no fuera más que un mal sueño...Pero no puedo, porque sólo cada uno puede salvarse a si mismo...
Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo...cualquiera puede comenzar ahora y hacer un nuevo final...

lunes, 24 de septiembre de 2012

El amor y la lluvia...

El amor es como el agua; en ocasiones una lluvia fina de verano que te va calando y cuando te das cuenta estás empapada hasta los huesos. Otras veces es una tormenta que descarga toda su rabia y pasión en apenas unos minutos... Otras una suave lluvia persistente de primavera que da de beber a la tierra y alimenta el espíritu. Otras, un temporal de desproporcionadas dimensiones que arrasa todo a su paso y tras el cual no queda nada...
Lo único que podemos hacer cuando cae la lluvia, es dejarla caer...
Sea como sea, el amor, como la lluvia, se filtra y deja en nosotros una extraña sensación de humedad para siempre...
En Broceliande está lloviendo...algunos dias más, otros menos, algunas noches con fuerza, otras con serenidad, pero desde hace más de un mes no ha dejado de llover... Lo extraño es que determinados árboles aún están secos y a ellos no han llegado los nutrientes que trae el agua. Eso me preocupa; como guardiana del bosque, tengo miedo a que algunas especies mueran por estar demasiado arriba o demasiado a ras de suelo para recibir agua. Precisamente son esos árboles, los que destacan por grandes, pequeños o cualquier otra cualidad que los hace especiales, los más frágiles y susceptibles de ser heridos de todo el bosque. Quizás llevan demasiado tiempo sin recibir agua, algunos incluso, sin ver la luz del sol... Y lo peor de todo, es que contra la naturaleza, esta guardiana no puede, ni quiere luchar...
Un día ya muy lejano hice un juramento en la libertad y el amor. Dejemos que sea entonces. Ahora y siempre. Que así sea.

domingo, 19 de agosto de 2012

Agradecida...


Pequeños avatares logísticos me han tenido apartada del blog, ya se sabe que la cobertura de internet en determinados bosques no es la más deseable… pero en esta tarde de domingo en la que echo de menos  estar con mi gente en el bautizo de Aihnoa, en la que mi dedo roto me tiene atada al sofá y a un tercero sin ascensor, no quiero dejar de dar las gracias…
Demasiado a menudo olvidamos dar las gracias…esta mañana pensaba que el día que pueda volver a darme un paseo sin cojear estaré infinitamente agradecida…asi que, como decía, no quiero que se me escape la tarde sin dar las gracias a la vida por todos los regalos que últimamente me está ofreciendo…
Gracias por ayudarme a conseguir el objetivo de aprobar gestión y poder estar, así, más cerca de mi casa, gracias por permitirme que, por arte de esa magia cotidiana que nos envuelve, personas que fueron importantes en mi vida, y aún lo son con la misma intensidad, regresen a ella como si el tiempo no hubiera pasado…Gracias por la gente que me he ido encontrando aquí, en Santa Cruz, que me cuidan, me miman y hacen que la distancia resulte mucho más soportable…Gracias por la llamada de Sandra y la perspectiva de una nueva aventura...Gracias por mis amigos y mi familia que me sostienen desde el otro lado de mi Atlántico y esperan ya mi regreso con los brazos abiertos…
Go raibh maith agat...

domingo, 22 de julio de 2012

El tiempo infinito...


“Siempre nos preguntaremos las mismas cosas. Siempre necesitaremos tener la suficiente humildad para aceptar que nuestro corazón entiende la razón por la que estamos aquí".

He terminado de leer  “Aleph”, el último libro de Paulo Coelho, y, aunque he de reconocer que sus últimos libros no me habían llegado del todo, esta vez ha sido diferente. Supongo que por eso, Noe, que me conoce y me ha conocido de sobra, sabía que tenía que leer ese libro, y, además, justamente en este momento.
El argumento no es nuevo, la búsqueda de uno mismo, pero de aquel que fue, es y será al mismo tiempo, porque aunque nos empeñemos en ver el tiempo como una sucesión de horas, minutos y segundos, cada día estoy más segura de que como los viejos símbolos celtas de la eternidad, el tiempo es una rueda y simplemente gira, y lo que hoy es, ha sido y seguirá siendo siempre del mismo modo.
El libro me ha sumergido en una historia demasiado familiar sucedida en la España oscura del siglo XV. Me ha recordado una época que no consigo olvidar ni perdonar, y me ha enseñado que es, precisamente el perdón la única forma de sanar las heridas que siguen abiertas aquí y ahora. Me ha traído de vuelta un sueño recurrente que me hacía sudar de miedo por las noches, y que con todo esto de la oposición y las largas horas de estudio, creía haber olvidado. Me ha gritado que no olvide quien soy, porque soy aquella que fui y seré, y porque el pasado está presente aquí y ahora, al igual que el futuro. Y sobre todo, me ha traído esperanza, mucha esperanza…esperanza al darme cuenta de que sigue habiendo sueños ahí fuera que soñar, historias que esperan a ser contadas, personajes a los que dar forma, dones que duermen a la espera de tener el valor suficiente para ser despertados…
Porque “el amor vencerá al odio. Los que son quemados hoy serán exaltados cuando llegue ese momento. Volverán los magos y los alquimistas, la Diosa será aceptada, las hechiceras celebradas (…) Esta es la bendición que ponemos hoy sobre tu cabeza, hasta el fin de los tiempo”
Que así sea. Dejad que sea…

Gracias, Noe.

domingo, 15 de julio de 2012

Tesoros de mercadillo...


Hoy he descubierto un lugar que creo que frecuentaré bastante a menudo durante mi estancia en la isla: el mercadillo de Santa Cruz, donde me encuentro como pez en el agua: inciensos naturales hechos a mano, telas de la india, minerales de toda  clase y condición, y sobre todo libros de segunda mano a un precio que es imposible resistir. Acabo de regresar y hojeando los libros que me he traído (entre los que se encuentra una edición bastante antigua de la historia de Merlín, todo un tesoro), me he encontrado con que en uno de ellos aparece al principio y al final la firma de una mujer: Julia Galván, y una fecha 20 de diciembre de 1989. Me pregunto quién era Julia y que fue lo que la hizo desprenderse del libro que ahora mismo tengo encima de la mesa. La letra es preciosa, de caligrafía, cuidada hasta el detalle y no puedo dejar de imaginar a una mujer de avanzada edad, refugiada detrás de unas gafas de pasta leyendo en algún rincón del parque García Sanabria una tarde de verano como ésta. No puedo dejar de fantasear con su vida: quién era ella, qué le importaba, qué le quitaba el sueño, a quién amaba…y me imagino una historia en la que una chica acude a un mercadillo de segunda mano, compra un libro y se embarca en la aventura de su vida para saber más de la mujer a quién perteneció antes que a ella. Porque los libros hablan más de nosotros de lo que podemos creer, y, a la vez que cuentan la historia que está escrita en ellos, cuentan también la de los miles de almas que los han leído, vivido, y honrado.
Así que, Julia, fueras quien fueras y estés donde estés, te prometo que leeré este libro con todo el amor que desprende tu letra, porque extrañamente, desde hoy y de algún modo, él nos ha unido.

sábado, 14 de julio de 2012

"...Ese será el principio..."

"Llegará un momento en que creas que todo ha terminado. Ese será el principio..."



Esta es la historia de una joven dama, hechicera por herencia y tradición, hija del hombre que puede convertirse en cuervo, que vivía en un faro, al borde de un acantilado cerca del fin del mundo, mirando al poderoso y agreste Atlántico. Vivía encerrada en su torre, como Elaine, la señora de Shalott, soñando infinitamente con lugares que jamás conocería; pegando su nariz al espejo que, vuelta de espaldas a la vida, le permitía, de algún modo extraño, formar parte de ella,  requiriendo, día y noche, de sus ojos un esfuerzo inhumano, para atisbar la sombra de Sir Lancelot  camino de la ciudad de Camelot.
Pero sucedió que un día, la joven dama, ignorando todos aquellos peligros de los que hablaban las leyendas del lugar, decidió aventurarse en caminos intransitados y abandonar su torre, y , con ella, su espejo y cientos de sus vanas y vagas ilusiones.
Durante casi setecientos días vagó sin rumbo: conoció ciudades grandes y hermosas donde las mujeres vestían de vivos colores y el sol, con su luz y calor intensos, marcaba el ritmo de la vida; viajó por caminos llenos de polvo que le devolvieron el reflejo marchito de todo el tiempo que pasó encerrada; se perdió una y mil veces por laberintos mágicos donde los minotauros no eran sino oportunidades para crecer, y así…llegó, más allá del Atlántico, a un lugar digno de ser la última morada del más grande mago que ha conocido este mundo. Asi que, independientemente de donde pudiera o no transcurrir su existencia, esta joven dama decidió hacer del Bosque Sagrado de Broceliande la casa de su alma, la tierra de su espíritu, el lugar para ser…
Sin más, os doy la bienvenida a mi nuevo espacio…